En el camino de la noche
No busco tu venganza, y menos por el defecto que nadie conoce de ti. Después de años buscando el punzón con el que marcar los puntos periféricos de mi rostro para arrancar con las uñas mi cara, he decidido que mi deformidad no es impedimento para vivir. Tú, que en sueños me dijiste que me suicidase, has fracasado en tus deseos. No necesito que los libros hablen de mí para ser importante. Habito más allá de las opiniones acerca de mi vida triste, divertida o vida a secas. Mi misión comienza a avivar en mi interior para abrirme los ojos ante una realidad dominada por alguien que nadie conoce. La fuerza de tu ambición por poseerme pereció en el momento en que me creaste. Hago un viaje a la muerte para traer de vuelta a los que se perdieron.