Proseguimiento



… Finalmente el calor llega, el invierno ya no está, y el verano me fusila. Tu, que ignoras mis llamadas de auxilio, algún día desearas que esté ahí, a tu lado. La última vez que te vi, el sol aún no se había perdido tras la noche idéntica, y tu rostro impasible, como siempre, no mostró ninguna emoción al marcharse. Bajo los sentimientos de tristeza, se esconde el rencor que se alimenta de mi desconsuelo, no obstante, aguardaré tu regreso eternamente.