Life on farm!



Vivo en un mundo loco.
Cuando me trasladé a la granja todo era diferente. La ciudad me hacía sentir incompleto, por las noches no podía ver las estrellas y por las mañanas encerrado en el metro no veía los amaneceres. Habitaba en una casa cuadrada con cocina cuadrada, baño cuadrado, salón cuadrado y cuarto cuadrado.

Ahora vivo en el campo.
Cuando me trasladé a la granja todo era diferente. Los animales y las plantas trabajaban para mí, todas las mañanas iba a recoger el resultado de sus elaboraciones y una vez a la semana les daba pienso y agua. La granja era bonita, rodeada de césped, animales con pelo suave y sedoso, árboles con formas perfectas y un dueño feliz.

Ya no sé si lo que hago es vivir.
Cuando me trasladé a la granja todo era diferente. Ahora nadie trabaja para mí, me hacen levantarme cuando es medio día en las antípodas y me dejan dormir cuando llega el mes de marzo. Todo está lleno de colores para ellos, las plantas crecen por donde quieren y ya no dan frutos, las gallinas ponen huevos donde les apetece, las hembras montan a los machos y yo soy el eterno esclavo de todos.