Realidad subjetiva
Percibo como las calles se vacían con tu distinguida presencia, la gente queda apagada bajo tu claridad. Haces que el mundo siga girando. Consigues que los guepardos dejen de derramar sus tristes lágrimas negras. No crees en las reglas universales, pero si en la no sobreyección y en la no inyectiva de la función en la que hemos quedado atrapados y que define los modelos de personalidad. Actúas exento de moralidad consiguiendo la grandeza de las explosiones incontroladas de la plenitud de los conjuntos con infinitas variables.